Destacados  Abril 12, 1990

Detectando Virus

Tremendo desafío en los inicios de mi carrera.

Enfrentando al monstruo (Historias de vida)

Durante mis estudios de ingeniería, ya trabajaba como técnico en mantenimiento de computadoras allá por 1990.

Tenía a mi cargo la división de PC's y Periféricos, y uno de mis principales clientes era una importante empresa armadora de chasises para automóviles de clase mundial.

Un día, de manera sorpresiva, se presentó un virus en sus sistemas. Era como una pelotita de ping pong que rebota en la pantalla, comiendo los caracteres a su paso. Había leído algo al respecto tiempo atrás, pero no esperaba encontrarme con uno en la vida real. No tenía vacunas, no tenía idea de qué hacer y sabía que no podía solucionarlo rápidamente como acostumbraba. Lo único que pude hacer después de hacer algunas copias de los programas infectados fue hacer lo que todo hombre valiente hace: correr a encerrarme en la oficina (literalmente).

Algunos virus de la época Ping Pong Yankee doodle Stoned Screen

Mandé a un par de mis colaboradores a hacerse los locos un rato. Sabía que no podían hacer nada más que ganar tiempo. En la oficina monté dos PCs, una con los programas y sistemas originales y otra con una copia de los infectados. Empecé a programar un código que recorría todo el código del programa original y lo guardaba como un archivo de texto en hexadecimal. Luego, al correrlo en los programas infectados, los comparaba y me mostraba las diferencias.

Hacia el final del día, ya tenía la mitad del trabajo hecho, pero aún restaba mucho por hacer. Al mismo tiempo, ya por la tarde noche, hice uso de mi red de networking, que en ese tiempo se limitaba a mis compañeros de escuela, para buscar si alguno de ellos tenía algunas vacunas.

El día siguiente se repitió el panorama y yo seguía encerrado en la oficina. Hacia el final del día, ya tenía un programa capaz de identificar el código malicioso que afectaba solo a los ejecutables. También era capaz de decir si el mismo había sido infectado y estábamos listos para resolver el problema. Ese mismo día, también me pasaron una copia de algunas vacunas conocidas.

El tercer día llegué más temprano a la oficina y tan pronto llegaron mis compañeros, les proporcioné las copias de las vacunas y del programa. A las 9:05 o 9:10 ya estábamos en acción. Como a las 10:00 me mandan a hablar con la dirección general. "Ups!" Me presento, saludo, y el director me presenta a una guapa ejecutiva de una empresa que dice que puede ayudarnos a resolver el problema.

Me piden que explique los problemas que presentamos. Después de narrar toda la odisea, les comento que el virus ya está identificado y la gente trabajando. A lo que la chica responde: "¡Qué bueno!". Fue rápida la respuesta y dirigiéndose al director, le dice: "Pero podemos hablar de algunas políticas de prevención". Yo me despedí de ellos y continúe con mi trabajo.

Para mí fue un reto interesante, pero a nivel gerencia el incidente no pasó tan desapercibido como yo pensaba.

Un año después, la misma empresa me recomendó para aspirar a un puesto en Hewlett Packard, pero esa, ...

es otra historia

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